domingo, 13 de junio de 2010

Preguntas

Mi voluntad es asegurarme de que, cuando me despido de alguien y le digo adiós, no lo hago por el miedo de amarle. Y, cuando viene a casa, deseo recibirle como si fuese a quedarse para siempre.Tendré sumo cuidado con lo que hago, porque el reflejo mis actos no se despegará de mi.
Esta actitud es el resultado de la idea de que la mente es una, y de que el espacio que hay entre nosotros tan sólo da la impresión de dividir nuestras mentes separadas.
T-29-I.4:1-2

Preguntas relacionadas con el tema:
¿Soy capaz de vivir sin necesidad de encerrarme a solas conmigo ni un solo instante?
¿Soy capaz de convertir “mi espacio privado” y mi vida personal, en un lugar y un personaje acogedores para que mi hermano experimente lo sagrado de Sí mismo?
¿Me siento tan protegido fuera como dentro de casa?
¿Soy capaz de respetar la forma de ser de los demás mientras respeto también la mía?

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