miércoles, 1 de septiembre de 2010

T24.I/9

 Los que se creen especiales se ven obligados a defender las ilusiones contra la verdad pues ¿qué otra cosa es el deseo de ser especial sino un ataque contra la Voluntad de Dios? No amas a tu hermano mientras sea eso lo que defiendes en contra suya. Esto es lo que él ataca y lo que tú proteges. He aquí el motivo de la batalla que libras contra él. Aquí él no puede sino ser tu enemigo, no tu amigo, jamás podrá haber paz entre los que son diferentes. Mas él es tu amigo precisamente porque sois lo mismo.

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