"Mis brazos están abiertos para recibir al Hijo que amo, el cual no entiende que ha sanado y que sus oraciones nunca han dejado de entonar junto con toda la creación el gozoso santo de agradecimiento en la santidad del Amor. Aquiétate por un instante. Tras los amargos y estridentes sonidos de lucha y derrota hay una Voz que te habla de Mí. Óyela por un instante y sanaras. Óyela por un instante y habrás sido salvado."
El canto a la oración.
S3.IV/7
El canto a la oración.
S3.IV/7
No hay comentarios:
Publicar un comentario