"Para ilustrar lo relativo
y lo absoluto, tomemos como ejemplo el alba y el ocaso. Cuando decimos que el
sol sale por la mañana y se oculta por la tarde, estamos diciendo una verdad
relativa. En términos absolutos, es falso. Es solamente desde la perspectiva
limitada de un observador que esté en la superficie de la Tierra que se puede
afirmar que el sol sale y se oculta. Si estuviéramos lejos en el espacio,
veríamos que el sol no sale ni se oculta, sino que brilla continuamente. Sin
embargo, aún sabiendo ese hecho, podemos seguir hablando del alba y el ocaso,
apreciar su belleza, pintarlos, escribir poemas sobre ellos, a pesar de saber
que es una verdad relativa y no absoluta.
Entonces, sigamos
refiriéndonos por un momento a otra verdad relativa: la manifestación del
universo a través de la forma y su retorno a lo informe, lo cual implica la
perspectiva limitada del tiempo, y veamos su relevancia para nuestra propia
vida. Claro está que la noción de "nuestra propia vida" es otro punto
de vista limitado producto del pensamiento, otra verdad relativa. En últimas,
"nuestra propia vida" no existe, puesto que nosotros y la vida no
somos dos sino uno."