Devuélveme ahora, pues, tu
santa voz. El canto de la oración es insonoro sin ti. El universo está esperando tu
liberación porque es la suya propia. Sé dulce con él y contigo mismo, y luego
sé dulce Conmigo. Sólo te pido esto: que halles consuelo y que no sigas
viviendo aterrorizado y con dolor. No abandones el Amor. Recuerda lo siguiente:
sea lo que fuere que pienses de ti mismo, sea lo que fuere que pienses acerca
del mundo, tu Padre te necesita y te seguirá llamando hasta que finalmente
regreses a Él en paz.
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