"Cuando te
sientas culpable, recuerda que el ego ciertamente ha violado las leyes de Dios,
pero tú
no. Los "pecados" del ego déjamelos a mi. Ése es el propósito de la Expiación. Pero
hasta que no cambies de parecer con respecto a aquellos a quienes tu ego ha
herido, la Expiación
no podrá liberarte. Si te sigues sintiendo culpable es porque tu ego sigue al
mando, ya que sólo el ego puede experimentar culpabilidad. Eso no tiene por qué ser así."
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